Introducción
El marco de la Ley Universitaria n°30220 insertó un
conjunto de cambios orientados a la mejora de la calidad en la formación universitaria,
uno de ellos es el concepto de las competencias profesionales. La formación
basada en competencias implica el diseño curricular basadas en competencias o
normas de competencias, por lo cual la gestión curricular genera cambios en los
procesos de planificación, implementación, ejecución y la evaluación.
Por otro lado, dentro del marco de aseguramiento de
la calidad, se considera los procesos de licenciamiento y acreditación para el
logro de la calidad educativa en el ámbito de la educación universitaria.
Si bien las universidades al año 2017 cumplieron
con la adecuación de los Planes de Estudios al marco de la Ley Universitaria n°30220, las que fueron
valoradas como parte de las Condiciones Básicas de Calidad para los procesos de
Licenciamiento, las mismas que actualmente se encuentran en su fase de
ejecución, por otro lado el “Modelo de acreditación para programas de estudios
de educación superior universitaria” planteado por el SINEACE, presenta un
conjunto de estándares y criterios a evaluar para su cumplimiento y lograr la
acreditación.
El estándar 33. Logro de competencias, considera
como una expectativa de calidad, que “El programa de estudios utiliza
mecanismos para evaluar que los egresados cuentan con las competencias
definidas en el perfil de egreso”, lo que implica definir y aplicar un conjunto
de mecanismos para evaluar y determinar el logro de las competencias definidas
en el perfil del egresado.
Las instituciones no han definido esos mecanismos,
en la literatura actual, encontramos un conjunto de propuestas para realizar la
evaluación de competencias.
En el ámbito de la formación médica se ha
implementado en muchos casos con éxito la evaluación de las competencias del
egresado bajo la propuesta del Modelo de la Pirámide de Miller.
El problema de las instituciones en la coyuntura
del proceso de autoevaluación y logro del estándar se centra en encontrar
respuestas a ¿Cómo evaluar las competencias profesionales comprendidas en el
perfil del egresado de una carrera universitaria?
La evaluación
de competencias.
La formación basada en competencias (FBC), tienen
como referente central a la competencia, cuando en la formación profesional se
inserta el concepto de competencia laboral en los procesos de planeamiento e
implementación curricular, evaluación de los aprendizajes y el logro de las
competencias del perfil del egresado.
En el ámbito de la educación superior, el proceso
de formación basada en competencias implica establecer las competencias que
deben formarse en los estudiantes en relación a una profesión, las que se
plasman en los perfiles profesionales del egresado.
De acuerdo a INCAP, “En los modelos de formación
basados en competencias, la evaluación implica la demostración de las
competencias a través de ejecuciones y conductas como primera fuente de
evidencia, y estas pueden incluir la evaluación de conocimientos, se fundamenta
en demostraciones del desempeño lo más cercanas a la realidad. Los estudiantes
o trabajadores que aprueban las evaluaciones acceden a certificados que
acreditan las competencias y quienes no las aprueban, son calificados como aún
no competentes” (2006).
La evaluación de competencias se orienta a
determinar el logro de las competencias a través de la demostración de los
desempeños al concluir un ciclo de formación, en este caso al concluir la
formación profesional.
La evaluación de las competencias debe realizarse
considerando los diversos saberes que debe demostrar el estudiante para lograr
desempeños competentes, evidencias de conocimientos, evidencias de proceso,
evidencias de producto y evidencias de actitudes, considerando que para
considerar a una persona como competente, este debe demostrar evidencias en las
tres dimensiones de la competencia (cognitivo, procedimental y actitudinal),
Larraín, A., González, L. y Espinoza, O. consideran que “las competencias laborales
son las actitudes, conocimientos y destrezas necesarias para cumplir
exitosamente las actividades que componen una función laboral, según estándares
definidos por el sector productivo” (2010).
Una de las características de la evaluación de las
competencias es que estas deben ser evaluadas en la acción o desempeño, la
evaluación de las competencias debe comprender los diversos saberes
(conocimientos, habilidades y actitudes) que previamente adquirieron o
desarrollaron de acuerdo a los resultados de aprendizajes esperados
El Modelo de
la Pirámide de Miller
Es una propuesta planteada por Miller (1990), que
posibilita la evaluación de las competencias considerando los diversos saberes,
asumiendo cuatro niveles de evaluación: Saber; saber cómo; mostrar cómo y
hacer.
Tejada, J. (2011), describe la Pirámide de Miller,
señalando que:
“En la base
estaría el saber (know) o conjunto de conocimientos teóricos que todo
profesional debe dominar como fundamentadores de la práctica profesional, a
sabiendas como indica el propia Miller, de que no son suficientes, y por tanto
no podemos quedarnos en este nivel de evaluación para atrapar la competencia,
sencillamente estaríamos en su dimensión más cognitiva”.
“En el segundo nivel estaría el saber cómo (know
how) usaría los saberes teóricos adquiridos si los tuviera que poner en
práctica en un contexto particular. En este nivel evaluativo podemos obtener
una previsión, en el sentido de visión previa de la práctica profesional. Con
todo tampoco podemos conformarnos con este nivel evaluativo, puesto que el
mejor de los casos puede llevarnos a la capacidad de las personas, pero no a su
competencia, al faltarles la dimensión contexto y acción profesional”
“En el tercer nivel nos encontraríamos con el
demuestra cómo (show how) lo haría, es una demostración con hechos, cercana a
la realidad, pero aún no es la práctica profesional directa. Las simulaciones,
rol playing, pueden ser buenas situaciones a tal fin, pero con ello tampoco
podemos concluir sobre la competencia profesional”.
“Finalmente, en la cúspide de la Pirámide, Miller
encardina el hacer (doing) en la práctica profesional. Estaríamos pues ante una
actuación real, en un contexto o situación profesional de desempeño y en el
momento de evidenciar la competencia”.
Tejada J. (2011) Considera que la Pirámide de
Miller es útil para el propósito de la evaluación de la competencia, observando
que “no integra explícitamente los saberes asociados al “saber ser” y “saber
estar”» (actitudes, valores y normas fundamentalmente), aunque pueden
considerarse implícitos en el “hacer” en contexto”.
Como se observa en la figura 1, los dos primeros niveles
de la Pirámide orientar a evaluar el dominio de los conocimientos y los dos
últimos niveles se centran a evaluar el dominio del conductual del desempeño
(Millán, 2014)
Figura 1. Pirámide de Miller para la evaluación
profesional
Fuente: Ruiz, M. (2009)
De acuerdo a los saberes que debe evaluar en cada
nivel de la Pirámide de Miller, se propone un conjunto de técnicas e
instrumentos que permitan recoger las evidencias en concordancia a los
aprendizajes por nivel.
Tejada J. (2011), plantea diversos instrumentos
para cada nivel, de los cuales destacamos los siguientes:
Instrumentos relacionados con el sabe y sabe cómo
Estos generalmente comprenden un conjunto de
instrumentos que permiten determinar los logros en relación a los conocimientos
y su aplicación, que pueden ser de forma oral o escrita:
- Pruebas orales. Considera Tejada (2011), que “Permiten valorar la capacidad de comunicación y las habilidades interactivas, a la vez que nos permiten verificar la profundidad de la comprensión de temas complejos y la habilidad para explicarlos en términos simples”.
- Pruebas de ensayo. “Son pruebas que incluyen preguntas abiertas (una o más) sobre un tema o aspecto concreto, que implican el conocimiento o procesamiento de la información requiriendo procesos de razonamiento o síntesis de la información” (Tejada. J., 2011):
- Pruebas objetivas. “Suelen ser el conjunto de ítems de enunciado breve, a los que siguen una o más respuestas presentadas a modo de alternativas, existiendo una solución común válida para todos los alumnos. El objetivo de este tipo de pruebas es la evaluación del conocimiento teórico, el reconocimiento y la discriminación de información, la aplicación de principios o reglas y la interpretación de datos. Refuerzan el pensamiento selectivo más que los procesos mentales dirigidos a la construcción de conocimiento”. (Tejada. J., 2011):
Instrumentos relacionados con el demuestra cómo
- La observación se aplica para recolectar las evidencias en entornos simulados, aplicándose las siguientes pruebas:
- Pruebas de desempeño: Son actividades de realizaciones que se proponen para que integre los “saberes” adquiridos en los niveles previos, para demostrar la capacidad de integrar y aplicarlos para actuar con competencia.
- Proyectos: Estos nos ofrecen productos para realizar la evaluación los aprendizajes, verificando las capacidades principalmente en la ejecución de procesos para obtener resultados específicos, aplicación de conocimientos y habilidades en la solución de problemas y el logro de objetivos.
Instrumentos relacionados con el hace
En este nivel como en el anterior, la observación
es la técnica que se aplica para recolectar las evidencias en entornos reales
empleándose medios tecnológicos como cámaras de vídeo, además de otros instrumentos
de registro.
- Lista de cotejo: Son instrumentos que permiten registrar en un listado de indicadores de logro la presencia o ausencia de estos en la actuación del estudiante respecto a lo que se está evaluando de la competencia, considerando la capacidad de aplicación de conocimientos, habilidades y destrezas, así como, de sus actitudes en sus desempeños.
- Escala de evaluación: Es similar al instrumento anterior tiene un listado de indicadores de logro, se diferencia al realizar una evaluación graduada a través de escalas frecuencia, intensidad o calidad del desempeño especificado de la competencia.
Figura 2. Propuesta de técnicas e instrumentos para
evaluar con la Pirámide de Miller.
Fuente:
Ruiz, M. (2009)
Discusión
Por sus particularidades el Modelo de la Pirámide
de Miller posibilita realizar la evaluación de las competencias del perfil del
egresado, cada uno de los cuatro niveles del modelo se relacionan a la
evaluación a los componentes de la competencia, como se observa en la siguiente
tabla:
Modelo de
la Pirámide de Miller
|
Componentes
de la competencia
|
Nivel Saber
|
Conocimientos (Evidencias de conocimiento)
|
Nivel Sabe cómo
|
Conocimientos (Evidencias de conocimiento)
|
Nivel Mostrar cómo
|
Procedimientos (Evidencias de proceso, evidencias
de producto)
Actitudes (Evidencias de actitud)
|
Nivel Hacer
|
Procedimientos (Evidencias de proceso, evidencias
de producto)
Actitudes (Evidencias de actitud
|
Asimismo, en un estudio realizado se pudo demostrar
la influencia de la aplicación del modelo de la Pirámide de Miller en la
evaluación del logro de competencias del egresado de la carrera de educación
primaria de la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión donde los resultados
de la evaluación del nivel de logros en el “Saber”, “Saber cómo”, “Muestra
cómo” y el “Hacer” con el modelo mostraron mayor efectividad (Velásquez, 2019).
Conclusiones
El Modelo de la Pirámide de Miller, es una
propuesta que por sus características es válida para ser aplicada en la
evaluación del perfil del egresado, es una herramienta metodológica para ser
aplicada en los procesos de acreditación de los diferentes programas de estudios,
posibilitando el logro de los estándares de calidad exigidos por el Modelo de
acreditación para programas de estudios de educación superior universitaria del
SINEACE.
Bibliografía
- INACAP. (2006). Taller Formación y Evaluación por competencias. Recuperado de http://www.inacap.com/tportal/portales/tp4964b0e1bk102/uploadImg/File/pdf/429.pdf
- Ruiz, M. (2009). La evaluación basada en competencias. Primer Congreso Educativo Formando Formadores "Hay Talento 2009". Recuperado de www.cca.org.mx/profesores/congreso_recursos/descargas/mag_competencias.pdf
- Tejada, J. (2011). La evaluación de las competencias en contextos no formales: dispositivos e instrumentos de evaluación. www.revistaeducacion.educacion.es/re354/re354_29.pdf
- Velásquez, R. (2019). Aplicación del Modelo de la Pirámide de Miller en la Evaluación del Logro de Competencias del Egresado de la Carrera de Educación Primaria de la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión. (Tesis de Doctorado). Universidad San Martín de Porres: Lima.